CHANCHULLO, PENAL Y GOL


25/10/10  Unión 1, Almirante Brown 0
El arquero se arrojó muy bien hacia su derecha, pero el misil que le había mandado Zárate ya estaba levantando la red, allá arriba. Ese gol definiría el partido.
Antes hubo largas discusiones y protestas de los jugadores bonaerenses. Argüían que no existió el penal cobrado por el árbitro. Después del gol también siguieron protestando. Y parece que tenían razón: en la TV se veía caer al jugador unionista entre dos defensores contrarios y levantarse rápidamente para seguir jugando, como si temiera ser amonestado por simular la infracción. Los locutores decían: ¡Márquez compró! aludiendo a un engaño del jugador tatengue al árbitro.
Hasta el gol -derivado de ese penal sumamente dudoso- Almirante parecía más prolijo, con mejor toque y hasta llegando, aunque no demasiado. Después del gol Unión mejoró sobre la base de varias individualidades en la defensa y de Rosales en el ataque. También Pirchio inquietó a los defensores rivales, que le cometieron  varias infracciones.
El partido se hizo sucio y careció de brillo, con pocas emociones. Tantas infracciones del visitante terminaron dejándolo con diez hombres, por expulsión de Mena, pero Unión, que no aprovechó esa ventaja numérica, pudo aumentar cuando Rosales se fue por la izquierda y tiró un centro que Zárate cabeceó zambulléndose, pero Monasterio logró atajar con esfuerzo. Otro cabezazo -esta vez de Avendaño- cayó de emboquillada y besó el travesaño cuando el arquero estaba vencido.
El resultado fue más importante que el partido, porque lo deja a Unión a un punto del líder, Atlético Tucumán, a quien ya venciera en su propia cancha hace poco. Pero no está sólo, el Tate: lo acompañan Instituto (también ya vencido por Unión) y San Martín de San Juan, próximo rival del tatengue en los pagos sanjuaninos. Partido bravo, si los hay.
Los cuatros merodean el 60 % de puntos obtenidos, sobre los 36 posibles. Y cada uno de los segundos marcó sólo 13 goles en 12 partidos. Promedio: 1,033 goles por partido. No es para elogiar… ¿No le parece?
En cuanto al discutido penal, me remito a lo que siempre decimos: ¿Qué esperan para aplicar la tecnología en los arbitrajes? ¿Mediocridad o intereses inconfesables de la dirigencia? Estamos hablando de dirigencia a nivel mundial, no sólo nacional.
Tenía razón Macchiavello: ¡Qué difícil es innovar!
El Giorgio

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