14/3/11: Instituto 0, Unión 1.
- ¡Como! ¿No era Regreso sin gloria? La película, digo… era una de guerra… donde los “yonis” vuelven de Vietnam muy amargados… y algunos con un “raye” que todavía les dura…
- Si, claro. La película se llamaba así. Pero yo hablo del partido entre Unión y “La Gloria ”. Sabrás que así le llaman en Córdoba a los del Instituto Atlético Central Córdoba, vulgo “Instituto”.
- ¿Y por qué elegiste para título uno parecido al de una película de guerra? ¿Qué tiene que ver?
- ¡Cómo qué tiene que ver! ¿No viste el partido? Fue televisado.
- ¡No, no pude! Pero no habrá sido un partido muy diferente a los demás…
- ¡Ah! ¿No? Parecía un combate ¿Vos viste alguna vez partidos europeos?
- ¡Eeeh! ¡Cómo vas a compararnos con eso! Además, aquellos también se dan leña.
- Por supuesto. Pero el reglamento es el mismo y allá se respetan bastante más que acá. Uno mira un partido y ve que tratan de jugar al fútbol. Lo de ayer parece un reflejo de lo que pasa en la sociedad. Mucha violencia, prepotencia, matonismo, ilícitos, juego sucio y tramposo. Ni bien empezaron, un tipo se acercó a Rosales y le dio un puñetazo en el vientre, como advirtiéndole: ¡A vos te voy a dar, si intentás jugar! ¡Provocación gratuita, matonismo puro, che!
- - ¿Y el referí? ¿Qué hizo?
- Parece que alguien le “batió” a Álvarez lo que había pasado. Entonces llamó al agresor y lo retó un poquito.
- ¡Cómo! ¿No lo echó? Agresión sin pelota…
- Nada de eso. Ni siquiera lo amonestó. El agresor ponía cara de inocente y gesticulaba como diciendo: “¡Pero si yo no le hice nada!”
- ¿Y después?
- Siguió persiguiéndolo a Rosales para impedirle jugar. Pero el “Pichi” se movía por toda la cancha y el otro, al seguirlo, complicaba el esquema táctico. En una de las tantas infracciones vino un tiro libre desde la derecha. Pateó Rosales, cabeceó Quiroga y ¡Gol de Unión!
- ¡Ah! ¡Pero entonces no sufrieron tanto!
- ¡Qué va! El referí marcó el centro de la cancha, convalidando el tanto. Pero como el juez de línea estaba marcando un off-side pasivo, de otro jugador que no intervino en la jugada, lo anuló. Kudelka protestó y el juez lo echó de la cancha.
- Y… claro, así quedó bien con la tribuna, ya que en la fecha anterior, cuando “la Gloria ” empató en Rosario con Instituto, le echaron la culpa a Álvarez ¿Y así quedó, nomás?
- No, porque promediando la etapa Rosales mandó un centro, esta vez desde la izquierda, alguien la peinó, Montero estiró una pierna y desde el suelo la colocó junto a un palo ¡Uno a cero! De allí en más los de Instituto se fueron para arriba, pero la defensa unionista era una muralla. Limia ni se despeinó. Pero las infracciones siguieron, especialmente contra Rosales y Quiroga, aunque nadie se salvó de ligar algún golpe.
- ¿Y el segundo tiempo?
- Parecido. Ellos atacaban, pero la defensa de Unión era infranqueable. Terminaron tirando centros para Klimowicz, que volvía después de una gira por el exterior. Y al final se sumó Furios, que logró cabecear. Pero todos los remates fueron desviados o atajados por Limia.
- ¿Sufrieron mucho, che?
- Como siempre, pero los jugadores de Unión no tuvieron la culpa ¡Se defendieron como leones! Y no sólo eso: tuvimos varios contragolpes que no terminaron en gol por fallas en la definición o en la puntada final. Y así terminó: 1 a 0. Seguimos primeros y le llevamos 6 puntos al tercero. Que no te parezca poco.
- Al final, te quejás de lleno, vos: Ganaron, van primeros…
- No querido. Mirá: Te resumo el partido: Puñetazos a jugadores sin pelota, empujones, tackles altos, patadas varias, un gol anulado a Unión, un penal a Montero no cobrado, expulsión de Kudelka y del ayudante de campo…
- Bueno, bueno, así es el fútbol…
- ¡No! ¡Así no debe ser el fútbol! Jugar no es combatir, pelear, jugar sucio…
- ¿Y cómo hacés para cambiar eso?
- Mirá: es obvio que una persona mezclada entre los jugadores, dentro de la cancha, no puede verlos a todos. En especial si juegan sucio. En cambio, nosotros, a cientos de kilómetros vimos por la tele cosas que el tipo ni se imaginaba ¿Por qué no se le permite un apoyo tecnológico?
- Vos siempre con lo mismo. Ya sé: querés imponer el uso de la tecnología.
- ¡Claro! ¡El juego sucio “embarra la cancha” y da iguales posibilidades a troncos y habilidosos. Quiero que los buenos jugadores se luzcan, que haya buenas jugadas y que ganen los mejores.
- En eso tenés razón, pero lo veo muy lejos.
- No tanto. Hace unos días, el periodista Horacio Pagani dijo por radio que en algunos países de Europa ya están revisando los partidos filmados. Y a partir de allí levantan penas injustas y aplican otras que al árbitro se le escaparon.
- Y…sí. Pero los goles mal convertidos quedarán igual, supongo. Y los mal anulados también.
- Bueno, pero algo es algo. No por nada los jugadores europeos se cuidan un poco antes de cometer infracciones. Saben que los van a ver.
- Volviendo a lo nuestro: ¿Con quién juega Unión ahora?
- El sábado recibirá justamente a Atlético de Tucumán que lo sigue a 6 puntos. Allá le ganamos. Y si nos imponemos acá estiraremos la ventaja que les llevamos.
- Claro. Y si pierden se les achica.
- ¡La boca se te haga a un lao! ¡Unión viejo y peludo, nomás!
El Giorgio
2 comentarios:
Sos un capo... muy buenas columnas...
espectacular, siempre te sigo! aguante union!
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