¿Cómo un equipo puede jugar tan mal como visitante, siendo imbatible cuando es local? Porque Unión, en Santa Fe, supera claramente a sus rivales; pero viaja a otras localidades y se convierte en un conjunto vacilante, fácil presa de sus rivales.
Desde el comienzo, Instituto lo atacó. Cardozo no podía controlar a su marca y por allí se colaban continuamente los locales, que ubicaron numerosos centros buscando la cabeza de “la chancha” Zárate (para colmo, ex-Unión) o la de cualquier atacante.
Desprolijo Vera, no aparecía el medio campo, sin Saucedo. Los centros sobre el área eran cabeceados casi siempre por los locales. El arquerito Caprio era el principal escollo para la ambición de “La Gloria”. Sólo la mala puntería de los cordobeses explicaba el cero a cero.
Pero en uno de los tantos centros para Zárate, Vera saltó detrás del delantero con las manos en alto (¡Error!) y la pelota dio en su antebrazo derecho. Penal y gol de Zárate: 1 a 0.
Adelante, Rosales -de más que aceptable labor- era el principal atacante por las puntas, ya que Guerra se debatía solo entre varios defensores por el centro. Unión no inquietaba a Carranza.
Sobre el final de la etapa, un pase de Rosales, desde la izquierda hacia el centro; un defensor “pifió” la pelota (¿algún mal pique?) y Donnet, que entraba a la carrera, clavó la pelota junto a al palo dere-cho del arquero. Uno a uno. Inmerecido, claro, pero valía igual.
Ya en tiempo de descuento, Instituto avanzó otra vez por la derecha y Cardozo le puso la frutilla del postre a su actuación, enganchando un pie del delantero, que se zambulló. Otro penal y gol: 2 a 1.
Nuevamente Unión se mostraba incapaz de mantener –ni por cinco minutos- un resultado favorable. Fin del primer tiempo.
¿Qué pasó en las duchas? Para mí que hubo “lavado de cabeza”, con “café” incluido, para los tates.
Porque entró otro Unión. Le jugó de igual a Instituto. Y hasta en gran `parte de este 2º tiempo fue el que más atacó. Se adelantó en la cancha y en una de esas, gran jugada de Guerra, que pateó desde el borde del área y la pelota rebotó en la base del poste izquierdo de Carranza; recibió Donnet desde afuera y remató desviado. Pudo ser el empate, en ambas oportunidades
De allí en más, partido de ida y vuelta. Unión relevó jugadores y puso en la cancha a todos los hombres ofensivos que tenía: aunque Guerra jugó hasta el final, entraron Márquez, Torres y Wei-ner. El adelantamiento de Unión auspició varios contragolpes de Instituto, pero sus delanteros, des-de posiciones favorables, malograron los remates. Caprio salía y cortaba los centros, además de contener con seguridad los pocos remates contrarios. Hubo, eso sí, uno en su poste izquierdo.
Con Unión en el ataque se acabó el partido, que tuvo un segundo tiempo vibrante. Pero otra vez perdimos como visitantes.
Y pienso: Si Unión hubiera jugado en el primer tiempo como lo hizo en el segundo ¿Qué habría pasado? Instituto no marcó ningún gol de juego; si no fuera por lo dos penales….
Faltan 19 partidos: la 2ª rueda. Con dos refuerzos más… ¿Llegaremos? Hemos quedado en el cuarto puesto, pero no somos menos que los demás. Eso alienta nuestra esperanza.
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