¿Por qué voy a hablar de los arbitrajes? Porque nos tocan muy de cerca, ya que a veces nos han dañado profundamente ¿De qué hablo? Por favor, lean todo el contenido de la página que cito ahora: http://www.taringa.net/posts/deportes/3852663/HIstorias-de-nuestro-futbol-%28Union-de-santa-fe%29.html
Claro que ese fue un caso extremo. Ya no de errores de arbitraje, sino de corrupción.
Pero ahora quiero hablar de los errores involuntarios de arbitraje. Cada vez más frecuentes porque el “fair play” es casi inexistente: los jugadores “hacen teatro”, exageran la magnitud de las infracciones que sufren y juegan sucio. Basta con observar qué hacen en cada tiro de esquina: se empujan, sujetan a los adversarios y hasta les hacen “tackles altos”, pasándoles un brazo alrededor del cuello y derribán-dolos. Son tantas las infracciones que los árbitros, en ese amontonamiento, no pueden verlas a todas ¿O no quieren hacerlo? Si cobraran algún penal por esas infracciones, disminuirían drásticamente.
Otras veces, ante la primera infracción fuerte de un jugador -a menudo digna de recibir tarjeta roja- le muestran la amarilla; y en adelante, si su equipo es local, le perdonan la vida ante cada nueva infrac-ción. O amonestan al que para el balón con las manos pero no a quien derriba a un adversario.
Ya es muy difícil que un solo árbitro pueda ver todas las infracciones, muchas simultáneas, que se co-meten a sus espaldas o detrás de otros hombres que obstruyen su visión. Y como la mayoría de los equipos son muy parejos, un error del juez puede incidir en el resultado, validando o anulando un gol que consagra a un ganador o decide un empate, por error de observación o de interpretación. El año pasado, una jugada de esas definió el campeonato de primera: Huracán, con la sangre en el ojo. El 13 de febrero del corriente, Racing perdió un partido que había empatado, al anulársele un gol legítimo.
Hoy todos vemos -en partidos televisados- infracciones el árbitro no advierte. Es obvio que -aunque el partido esté filmado y un tribunal revise la filmación- no podrá cambiar el resultado; pero tampoco es admisible el sinnúmero de infracciones que se cometen impunemente.
Hoy existe tecnología para evitar eso. El rugby, y sobre todo el tenis, por ejemplo, eliminan dudas so-bre cualquier jugada. Una repetición filmada da el fallo. Aún en fútbol, a veces, vemos por televisión que una línea imaginaria define si un delantero estaba o no fuera de juego cuando sale el pase. Y sa-bemos de infracciones que el árbitro no ve ¿Cómo resolver el problema? ¿Por qué no se usa la tecno-logía para evitar discusiones y hasta tumultos en las tribunas? Voy a dar algunos ejemplos:
• El 4º árbitro sigue la transmisión televisada del match. Cuando percibe faltas no cobradas, llama al árbitro, que tiene un celular, y le avisa. El árbitro decide.
• Ante la protesta de algún jugador, el juez puede pedir al 4º árbitro que repita o revise la jugada. Si el reclamo fue injustificado, el jugador es amonestado.
• Pronto los jueces podrán tener celulares con televisión. Ellos mismos podrán ratificar o rectificar sus decisiones.
• Para no agregar demoras, el tiempo debería computarse como en el básquet. Cuando la pelota no está en juego, el reloj se detiene. Hoy corre el tiempo aún cuando la pelota esté afuera y los jugado-res demoren la reanudación, si eso les conviene. Esto desaparecería. También podría reducirse el tiempo de juego a 40 minutos netos (u otra cifra). Desaparecería el tiempo de descuento, no siem-pre ajustado lo necesario.
• Después de los partidos, un tribunal debería revisar las filmaciones y tomar en cuenta las faltas no cobradas. Puede haber sanciones para los jugadores y calificaciones para los árbitros.
El reglamento es vetusto. Proviene de épocas en que ni se soñaba con la tecnología actual ¿Por qué no se la aplica? Los resultados serían más justos, habría menos discusiones e incidentes.
Finalmente sugiero a todos los lectores que envíen estas u otras propuestas a todos los, medios de difu-sión a su alcance, a los clubes y a la AFA. Hay que iniciar una campaña para que las cosas mejoren ¿O a alguien no le conviene que eso suceda?
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