Aunque todavía falta disputar una fecha, para Unión este campeonato ha terminado. Lo que siga será pura formalidad.
En el partido contra Instituto ya no jugaron 8 de los “borrados”, reemplazados por juveniles del club. Le pregunté a mi hijo, que estuvo en todos los partidos jugados en el “15 de abril”:
- ¿Se notó la ausencia de los que eran titulares.
- Al contrario -me respondió- Se notó porque jugaron mejor que como lo venían haciendo.
Lamentablemente faltó el marco de público habitual. La desilusión aplastó a la gente. Sin embargo, los jugadores pusieron todo para dejar constancia de su afecto por los colores rojiblancos. Y, aunque perdían injustamente (2 a 0) en la primera etapa, a los 15 minutos de la segunda ya iban 2 a 2 La figura de un Donnet sobresaliente y el fervor de Pratto hicieron posible la recuperación. El resto del equipo estuvo a la altura de las circunstancias y nadie podía creer que era Instituto y no Unión, el que tenía aún expectativas de ascenso.
Como están las cosas, la gente ya mira al mundial. Pero no puedo terminar sin quejarme de nuevo por los arbitrajes. Son desastrosos en su mayoría y -como ya dijimos- influyen en los resultados. Si el árbitro hubiera cobrado el penal a Pratto cuando empataban 0 a 0, la historia habría sido diferente.
Falta un partido y como visitante. Después se verá, pero si a este equipo se lo refuerza un poco es posible volver a creer en Unión. En el próximo campeonato, claro.
Pero falta mucho todavía ¿Quedará Alí o traerán a otro? ¿Podrán vender a algunos jugadores que no están para titulares ni son promesa, para pagar los refuerzos? ¿No tendrán que “desvestir a un santo para vestir a otro?
Chi lo sa, dijo un italiano.
Querer… ¿Es poder?
El Giorgio
10 / 5 / 10
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