Dicen que “lo que más cuesta es dar el primer paso”. Si así fuera, Unión ya lo ha dado. Y bien. Digamos que “entró con el pie derecho”.
Pero está el recuerdo del torneo anterior, cuando el Tate dio bien, no sólo el primer paso, sino los tres primeros. Y nos ilusionamos. Y todo siguió bastante bien, hasta que se desinfló la ilusión.
Entonces, si de refranes se trata, recordemos que “una golondrina no hace verano”. Ni varias, como en el último “Clausura”.
¿Entonces? ¿Cómo interpretamos el partido que Unión ganó por 2 a 0 al Deportivo Merlo?
Diría que vimos dos equipos “en ablande” -“en rodage”, dicen los franceses- tratando de ajustar sus líneas, intentando llevar a la práctica lo que el cuerpo técnico les inculcó en los amistosos previos. Y aparentemente Unión ya habría logrado algo, porque su defensa fue tan impenetrable que en todo el match Limia no tuvo que atajar ningún remate al arco. Los pocos intentos, de media distancia, ni siquiera pasaron cerca de su valla.
¿Fue eficacia defensiva, inoperancia del atacante o ambas cosas a la vez? El tiempo lo dirá, cuando ambos equipos, después de varias presentaciones ratifiquen o rectifiquen méritos y defectos.
Lo concreto es que no conocemos la verdadera medida del rival y, consecuentemente, el valor del triunfo. Individualmente, todos los jugadores de Unión mostraron su aptitud. En conjunto, hasta el borde del área, también. Faltarían algunas “paredes” y toques en profundidad.
Unión no debe depender -en ataque- sólo de Rosales. Cuando él se cansó, Unión decayó un poco y Merlo se adueñó de la pelota. Pero nunca llegó al arco de Limia. Éste se aburrió tanto que temo que quiera irse. De aburrido, nomás…
Bueno. Primer partido. Se ganó y ahora hay que visitar a Chacarita: otra incógnita.
Ustedes dirán ¡Eeeh! ¡Qué cauto! Juéguese un poquito más! Y yo le contesto:
¿Saben una cosa ¿“El que se quema con zapallo, sopla hasta la sandía”.
Seamos prudentes: soplemos.
El Giorgio
8/8/10
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