DESASTROSO

27/11/10
Unión 1; Rosario Central 1,
Como si Quiroga condujera una moto, con un jugador de Central atrás, así se abrazaba a él un defensor rosarino. Lo sujetó varios segundos, antes que cayera el centro. La pelota llegó para que el puntano cabeceara, pero por más que se esforzó, no pudo saltar: estaba fijado al piso por el defensor que lo tomaba. El árbitro estaba cerca, pero “no lo vio”. Fue penal y no lo cobró.
Centro desde la derecha, entra Rosales al área, la para con el pecho y desde el borde opuesto el juez de línea señala “mano” del delantero. Rosales pide explicaciones y lo amonestan.
Tiro libre para Unión: centro, un defensor cabecea y convierte un gol en contra. Era off-side pasivo de Quiroga, pero se lo cobraron igual. Alguien pudo decir: ¡Que fino hilan estos árbitros! Pero luego habría visto cómo los jugadores unionistas eran continuamente empujados y golpeados desde atrás sin el menor llamado de atención. Los golpes “ablandan” y los rosarinos lo saben.
El mejor Unión y un pésimo Central terminaron 1 a 0 el primer tiempo. Con dos goles anulados, dos penales no cobrados, y “errores” del juez que terminó perjudicando más a Unión.
2º tiempo parejo y chato. Rosales se siente en el isquiotibial izquierdo -¿Hubo antes una “paralítica”?- y abandona el campo. Unión pierde calidad y el partido se nivela hacia abajo. Central, sin ideas, no llega. Pelotazo va, pelotazo viene. Cuatro minutos de descuento, un rebote, le cae a Figueroa, remata y gol: 1 a 1.
Lo que acabo de escribir no es un relato del partido. Son sólo muestras de lo que fue. Podríamos llenar varias carillas detallando buenas jugadas  del tatengue -algunas brillantes del “Fanástico” Pérez (por fin apareció)- y esforzadas acciones individuales del visitante (casi todas bruscas). 
En resumen: Central tuvo una sola oportunidad y convirtió. Unión desperdició varias, le anularon dos goles, no le dieron dos penales, terminó con varios lesionados, amonestados y hasta dos expulsados (en el vestuario). A sólo cinco días de visitar al escolta del puntero, en Rafaela.
Podemos resumir más: Golpeados, estafados y disminuidos. Así quedaron los jugadores y los hinchas unionistas. De allí la reacción del público, ante tan desastroso arbitraje.
Me pregunto si las autoridades de Unión podrán mostrar la filmación del partido al “Tribunal de Penas” de la AFA. Y si así fuera… ¿Sancionarían al árbitro? Lo dudo. Si en lugar de Unión se tratara de River o Boca, talvez.
Me pregunto si tiene sentido competir en torneos sin garantías de ninguna clase, donde a los defectos propios se suman “errores” de arbitraje. Se invierte mucho dinero, se desalienta al público, que ya no cree en la honestidad de nadie, en una sociedad donde los corruptos gozan de impunidad y se burlan de los honestos.
Y me pregfunto: ¿Habrá “caballo del comisario”, nomás?

El Giorgio

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