Futuro incierto


Unión 1, San Martín de San Juan 2
Otra vez un día magnifico, las bombas, los cánticos. Ganando, Unión tomaba una ventaja de diez puntos sobre el tercero, y faltarían sólo seis fechas. Aún empatando mantenía a raya a su más inmediato perseguidor, siete puntos detrás. Ese iba a ser su rival de hoy.
El festejo fue antes del partido: la ilusión se quebró después del primer cuarto de hora de juego. En 5 minutos nos comimos dos pepinos. Inapelable.
¡Esta película ya la vimos!... pensé. Lástima que no era una película. Porque en ese caso me  habría ido y se acababa el suplicio.
¿Cómo pueden jugar tan mal, los mismos jugadores que encumbraron a Unión en la tabla? El año pasado vimos declinar totalmente a un equipo que se había encaramado hasta el ascenso directo en la primera rueda. Terminó el torneo, voló la mitad del cuadro, cambió el equipo técnico, llegaron nuevas piernas y de a poco Unión pasó a ser candidato casi inalcanzable. Casi, porque está a cuatro puntos de caer en la promoción para ascender, tras llevarle once a su seguidor inmediato.
Hace un mes peleábamos el campeonato con los rafaelinos. Después nos conformamos con obtener el segundo ascenso directo. Ahora peligra también eso, porque jugando como lo hizo en los últimos cuatro partidos, no pierde la categoría porque está lejos en la tabla. Unión padece de amnesia futbolística. Antes se decía que apuntaba a jugar como el Barça; ahora no sé si supera a la C.A.I.
En la segunda etapa Kudelka hizo cambios y, revoleando el poncho, aunque con pocas ideas, el Tate se lanzó al ataque: “la Chancha” Zárate, recién ingresado, se la llevó, centreó y Quiroga la anidó en la red: ¡2 a 1!
Parecía que podía revertirse el resultado ¡Aunque sea un empate! Pensaban muchos. Los jugadores pusieron toda su voluntad, su físico, sus ganas. Pero no alcanzó. Centros, pases rectos y largos, pelotazos de alto. En algunas ocasiones lograron jugar por abajo y pareció inminente el empate. Pero no llegó. ¡Que lo parió! dijo “el Mendieta”.
¿Existe la vida después de la muerte?... porque esto se parece mucho a una agonía. “Mientras hay vida, hay esperanza” dice un refrán. Deberíamos aprender del negrito Jonatán. Él es siempre optimista. Después del partido, lo vi en la calle y le dije:
- ¿Viste, Jonatán? ¡Perdimos otra vez!
- ¡No, loco! ¿No vite el tiro de Velájque que pegó en el palo? ¡Si entraba ese ganábamo, loco! ¡Todavía le llevamo cuatro punto, le llevamo! ¡Unión viejo y peludo, nomá!
Y tiene razón, Jonatán. Hay que sacar pecho e ir al frente. Aún no está todo dicho. Pero quedan en pie varias dudas: ¿Cuál es el verdadero Unión? ¿El anterior o éste? ¿Podrá Kudelka devolverle al equipo su fortaleza?
Pronto lo sabremos.
El Giorgio

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