A las puertas del cielo

29 / 5 /11: Rosario Central 0, Unión 1
            Una noche otoñal espléndida, calma, cuasi primaveral, la de hoy en Santa Fe. El cielo está límpido, los planetas se alinearon como no se verá hasta el año 2040 y la luna es un filete tenue con forma de hoz.
Hay calma en la ciudad: ya no se oyen petardos, bombas ni bocinas festejando. Y puedo apreciar esa quietud estando sereno, sin nervios, sensible, disfrutando de una atmósfera sin estridencias, después de haber sufrido hasta el final el partido que Unión le ganó hoy a Central.
Como ya nos tienen acostumbrados, los “Caballeros del infarto” dejaron todo en el campo y ganaron merecidamente un partido “bisagra”, reafirmando su vocación de primera al vencer a un Central que se jugaba talvez la última carta para alcanzar una posibilidad de ascender.
Un primer tiempo de “ida y vuelta”, con tres tiros en los palos (dos en el arco de Limia), varios remates rosarinos neutralizados por los defensores tatengues o Limia en última instancia. Mucho vértigo. Se notaba la falta del “Changuito” Cárdenas.
Por la media hora Unión llegó al gol: córner, rechazo “canalla”, remate desde fuera del área, desvío en un defensor, manotazo del arquero, rebote y Velázquez que lo desplaza unos centímetros para rematar sin obstáculos: 1 a 0.
Pero no paró allí la cosa: Un gol de Quiroga anulado por offside, una llegada de Rosales por la derecha con disparo apenas desviado y una salvada providencial del arquero rosarino en un mano a mano con Velázquez dieron la sensación de que Unión “lo tenía” a Central; pese a que los rosarinos también llegaban, pero remataban desviado,  atajaba Limia o conjuraban los defensores.
El segundo tiempo fue diferente. Unión decidió enfriar el ritmo, cuidó más la pelota y esperó. Reapareció la “muralla” defensiva que había mostrado en su racha de triunfos, fechas atrás. Maidana mejoró y disminuyó el peligro por ese lado. Y cuando todo fallaba, aparecía Limia como “atajador” impecable.
Corrieron los minutos con la incógnita del resultado. Y ya jugando descuento, veloz contragolpe de Quiroga y córner que no pudo ser ejecutado por Fioretto: una lluvia de objetos arrojados desde la tribuna, impedía jugar. Después de algunos intentos por continuar, el árbitro dio por terminado el cotejo ¡Unión había ganado este partido, tan importante!
Me imagino la amargura que tendría, si viviera, el “Negro” Fontanarrosa creador de personajes como Inodoro Pereyra y “el Mendieta”, entre otros: él era fanático de Central ¡Que lo parió! diría “el Mendieta”.
Se puede decir que Unión va recuperando la imagen ganadora que lo encumbrara en la   tabla. Nada está asegurado, pero sigue con 4 puntos de ventaja sobre los sanjuaninos, que tienen por delante compromisos tanto o más peligrosos que Unión.
Por ahora se puede ser cautelosamente optimista. Nunca se sabe qué nos depara el futuro. Por eso, en vez de hacerme mala sangre con especulaciones vanas, prefiero gritar por dentro, como el “negrito” Jonatán:
¡Unión viejo y peludo, nomás!
  El Giorgio

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