Llegó
el día del regreso oficial de Unión a la primera división del fútbol argentino.
Flotaban muchas incógnitas al respecto: ¿Cómo se sentirían los jugadores en
esta división, enfrentando a uno de los mejores equipos del torneo? ¿Qué
desempeño tendrían los “nuevos” del plantel? ¿Seguiría la brujería de perder
como locales?
Pero
desde el comienzo del partido Unión se mostró mejor que su rival. Tocaba y
tocaba, con aplomo y mesura. Llevaba la iniciativa y en una de esas, Velázquez
llegó hasta el fondo y su centro pasó frente a Ojeda (ex-Unión) creando una
situación angustiosa para el arquero de los “bichos colorados”. El “pulpo”
Vidal se comía la media cancha y los avances de los de La Paternal sólo inquietaron
en dos oportunidades a Bologna, quien respondió muy bien. A la media hora ambos
equipos quedaron con 10 hombres por expulsión de Vera (U) y Hernández (AJ).
Al
comenzar el segundo tiempo se lesionó Vidal y fue reemplazado por Sarmiento.
Para colmo, jugando con diez hombres cada uno y con pocas llegadas, el partido
parecía destinado a un empate en cero. Y vino un error defensivo en Unión, que
le costó un gol ¡Otra vez perdíamos como locales! Pero lejos de amilanarse, el
Tate se fue al ataque y tras un centro de Rosales y cabezo de Quiroga vino la
famosa “chilena” de Avendaño ¡Uno a uno!
Ahora todos hablan de la
“chilena” de Avendaño. En Buenos Aires la comparan con una famosa del
“Príncipe” Francescoli en River. Pero en el 15 de abril también hubo otras
cosas parecidas, como la “pirueta” y gol del “Fantástico” Pérez, en el mismo
arco; y en 1952, si no me equivoco, Mercado (Colón) nos empató sobre la hora
con una chilena. Seamos justos: Al césar
lo que es del César. Curiosamente, en el Diccionario Sabalero no figura Mercado como ex –jugador. Yo vi las
dos, pero me gustó más la de Avendaño. Seguro que a ustedes también.
Volviendo al partido: el
cansancio fue haciendo presa de ambos equipos y se llegó a un final justo,
aunque nos pareció más ambicioso Unión. Mérito importante, ante un rival de
jerarquía (que no pudo mostrar porque se lo impidió Unión) y porque -como se
sabe- atacar requiere creatividad y eso
es más difícil que defender, que implica romper. Y si no, que le pregunten a
los de Banfield, que perdieron por no poder vulnerar la defensa de los nueve
rafaelinos que quedaron en la cancha, tras sus dos expulsiones.
La gente salió de la cancha
bastante conforme. Lo vi al “negrito Jonatán” argumentando ante otros “barras”:
-
¿Vite, loco? ¡Yo
te decía que é ma fácil jugá en primera A que en la be! ¡Acá vo podé hacé una
chilena y te felicitan! ¡En la be te empujaban pa que no hiciera la chilena, te
caía de espalda y no te daban penal! ¡Por algo eta é la primera A y la otra é
la be!
-
¡Aflojá, bolú!
-le contestaba otro- Recién jugamo un solo partido. Vamo a ve qué pasa contra
Boca en la bombonera y dejpué hablamo.
-
¡Vo decí lo
que quiera, loco! ¡Pero la única realidá é la verdá!
-
¡No bolú! ¡É
al revé! ¡La única verdá é la realidá!
-
¡Bueno! ¡Eso!
Pero Unión ya jugó contra uno de lo mejore y ni se notó la diferencia. Ma bien
la diferencia é a favor nuejtro ¡Unión
viejo y peludo, nomá!
El Giorgio
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